martes, 10 de agosto de 2010

MISION CUMPLIDA

Todos nos la pasamos muy padre la verdad, quiero resumir en pocas palabras lo que fué la reunión del 17 y 18 de julio pero es difícil para mí. Yo llegué tarde y desbocado (como a las once de la mañana) y en el estacionamiento estaban bajando también de su auto Chayito y Gariel, para mí ellos fueron inconfundibles, casi puedo decir que siguen igualitos. Había tenido una semana intensa que inició con mi cumpleaños el día 14 con un festejo en la casa de ustedes, al otro día, el 15, una noche de jazz en concierto de autoregalo con algunos amigos y Norma mi mujer, el viernes tuve que viajar a la ciudad de México por motivos de trabajo, a regañadientes ya que no quería que nada pusiera en riesgo mi ida a Guzmán, pero lo que no sabía es que allá me tenían una fiesta sorpresa que se prolongó toda la noche, como pude me zafé para venirme la madrugada del sábado 17 de México a Guadalajara para tocar base en la regadera a las ocho de la mañana, despedirme de nuevo, tomar el teléfono para marcarle a Eduardo Ramírez: -"pasa por favor por mí porque no quiero manejar", le dije, estaba algo cansado. Pasó por mí a la caseta del km 40, lo cual le agradecí muchísimo, por ser el gran amigo que siempre ha sido. Llegamos pues como a las once, pero ahí viene lo emocionante. Luego que saludamos a Los Gariel en el estacionamiento de la Normal, me fuí directo a la entrada y constaté lo que me dijo Abel González por el celular, cuando me llamó unos minutos antes para preguntarme porqué no llegaba -"oye", dice, "como que no están llegando los de la generación, hay mucha gente pero a nadie que yo conozca", -"wey", le digo, "todos ellos deben ser de la generación, pero ya no los vas a reconocer", -"es verdad", me dice, "¡Ya apúrate, Chávez, aquí está todo mundo!". Nunca verifiqué si eso era una broma pero a mí sí me pasó al llegar a la entrada. Ha sido el juego más divertido que he tenido en mi  vida: "adivina quién soy" 29 años después, ¡NO MANCHES! dirían los chavos, las emociones todas juntas me cargaron de adrenalina en cada abrazo que daba porque en verdad, a muchos compañeros que seguramente nunca abracé ni en nuestra graduación, -¿quién se acuerda de ese día?- y que tampoco tuve un acercamiento en toda la carrera, tal vez, en ese momento los abracé de corazón, enmedio de una marejada de sentimientos, cargados de nostalgia y alegría. Abrazar a alguien a quien no has visto en tanto tiempo pero además apreciándolo, reconocer aquella cara adolescente que conservas en tu memoria a través de su mirada, de sus gestos, de su risa, ahora marcada por el tiempo y por la vida, estrechar uno a uno cuando ya quieres estar con todos al mismo tiempo, eso ha sido para mí encontrarlos a todos a la entrada de la escuela, a unos pasos de aquél "muro de los lamentos", en el mismo espacio donde tantas veces nos reuníamos informalmente para la charla, el saludo, el chacoteo, las bromas, los comentarios sobre las clases, las "quedadas" para salir al cine, a la plaza, para llegar al botanero, a la casa de alguien... ha sido una sensación de cariño pocas veces sentida en la vida pero además enmedio de esa una vorágine en la que me ví metido saludando a uno tras otro y reventando cada vez de emoción, esa vorágine emotiva, acelerada, explosiva es la principal sensación que me dejó ese encuentro en la entrada de la escuela, lo agradecí tanto, lo agradezco tanto, siempre lo agradeceré. Me ha dado tanto gusto verlos que, en las más de veinticuatro horas que estuvimos conviviendo, me olvidé que llevaba una cámara para tomar muchísimas fotos y no tomé una sola, tan sólo me dediqué a saludar, platicar, a tocar a las personas de carne y hueso que guardaba en mi memoria y saber que estaban bien. Yo ví a ochenta compañeros (más o menos) contentos de verse y yo igual que ellos. En la entrada se instaló el desayuno, una sorpresa que nos tenían reservada Marisol Mendoza Pinto y Esther Almaraz Esquilino, unos deliciosos tacos al vapor que me supieron a gloria porque traía un hambre!... y acto seguido nos fuimos a la sala audiovisual, que se llenó. Entre compañeros y familiares creo que llegamos a los 150, aprox, y allí adentro, en el recinto donde tantas veces los representantes de grupo, los consejos de huelga, las comisiones encargadas, se discutían horas y horas para decidir las acciones, las políticas de aquéllos tiempos, nos volvimos a encontrar los mismos de siempre, o casi, en un programa NO PROGRAMADO, tomando de sorpresa a Lorenza de la Cruz para que fuera nuestra maestra de ceremonias (de cuál ceremonia?) o nuestra presentadora (para presentar qué?) (muchísimas gracias Loren) y empezó la función improvisada: dos maestros de la primera generación (egresados tal vez en el '62), nos presentaron un programa con el que se pretende celebrar el 50 aniversario e invitaron a los presentes a que asistan en la primer semana de diciembre a Cd. Guzmán, un programa extenso de cinco días. Los Gariel nos invitaron antes de irse, a guardar un minuto de silencio por nuestros COMPAÑEROS AUSENTES y en un acto muy solemne hicimos todos un poquito de silencio en su memoria. Se hizo la mención y se aplaudió en reconocimiento a los organizadores de tantas y tantas reuniones de egresados en años anteriores donde empujaron y movieron los Palafox y Vanky, siempre apoyados por el "Grupo Sayula": Lorenza, Víctor, Martín y Bety y por el "Grupo Colima": Barreto, Alicia Contreras, Margarito Zamora, Julio Alcaráz. También tuvimos en la sala audiovisual la presencia de los maestros Isaura y Antonio Montelongo, el maestro nos regaló la lectura de un poema al cincuentenario de la Normal que incluirá en su libro próximo a publicar. Nuestra compañera Alicia Contreras contó la anécdota de "aquél caracol..." de nuestro queridísimo Remberto y Lenin Montelongo tocó el tema del 30 aniversario de nuestra generación para vernos el próximo 16 de julio de 1911. De ahí nos fuimos en caravana a Usmajac, donde Daniel Alvarado padre y compañero nuestro, nos ofició una misa especial, muy especial, donde estuvimos egresados y familiares orando por todos los presentes y por los ausentes... y de ahí ¡a la comida!, en el hotel-balneario Hacienda Don Nicolás donde Martín Estrada y su familia, ya nos tenían preparadas las botanas, el puerco al pastor y la música, ya en la comida, tuvimos otro agasajo de breves conversaciones, toma de fotografías, anécdotas que se nos venían a la memoria, música en el equipo de sonido, avisos y zafarranchos al micrófono y en una terraza anexa a la comida, quedó instalada la mesa de la memoria, una mesa que se convirtió en el paso obligado de la mayoría de los compañeros, porque sólo allí muchos de nosotros nos pudimos terminar de reconocer, reconocer al otro, al compañero, al amigo, en su foto vieja, al compañero de clases, al compañero de casa, a éste que tengo enfrente y que nomás no puedo reconocerlo tal y como es ahora y tengo que llevarlo a la mesa de la memoria para verle esa cara adolescente y decir: "-¿en verdad éste eras tú?", -"no manches, carnal"! Por la tarde ya no hubo foto de grupo, a todos se nos fué el santo al cielo y cuando nos dimos cuenta ya estaba oscureciendo, además que algunos, varios, muchos para mí, se estaban despidiendo, aunque a algunos les pasaba, como dicen: "el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse". Muy poco tiempo pero bien aprovechado. Ya en la noche algunos decidimos aprovechar la disco y aunque poca música, con esa tuvimos para seguirla hasta bien entrada la madrugada. El desayuno-bufet lo hicimos en el restaurante del hotel, ubicado en los altos de la disco, nos daba una vista hermosa del campo verde de Usmajac así que todos tuvimos un desayuno tranquilo, relajante, energetizador, estimulante para seguir con la charla, tomarnos un cafecito y retomar conversaciones interrumpidas o reiniciar nuevas con quienes estuvimos poco tiempo (la verdad es que a todo mundo nos hizo falta tiempo) para luego bajar a oootra terraza del hotel, justamente abajo del restaurante. Poco a poco y conforme terminaban de desayunar las familias o los grupitos, bajaban a la terraza de al lado y se fue haciendo una rueda cada vez más y más grande, las conversaciones empezaron a ser más de grupo ya no sólo de grupitos y en algún momento y en forma espontánea nos dimos cuenta de que ya estábamos en plena "asamblea", con propuestas, discusiones, opiniones, pero todo dentro de la edad, es decir, con calma pero algo muy bueno surgió de allí y fué precisamente un acuerdo o varios acuerdos pero el principal fué que se eligieron a los compañeros que nos representarán para llevar a cabo el próximo evento del 2011: José Carlos Uribe Presidente, Martín Estrada tesorero y Alicia Contreras Secretario, con quienes trabajaremos y a quienes apoyaremos para la próxima MEGA-Reunión que la queremos de 72 horas. A esa hora yo recibí una primera llamada de mi casa, algo andaba como extraño porque uno de mis hijos se sentía mal, en ese momento supusimos que sería algo pasajero o sencillo, de cualquier manera ya era hora de partir así que empezamos a despedirnos no sin antes tomarnos algunas fotos arriba de un puente colgante, fotos que espero aún a ver si alguiense compadece de nosotros y nos obsequia alguna. Terminada la sesión de fotos, recibo otra llamada y parecía que era cosa seria, entonces aproveché la salida de Elsa Zúñiga nuestra compañera y le pedí aventón, en ese momento no venía muy preocupado pero conociendo los tonos de mi mujer, entendí que no era algo pasajero, para no hacerles el cuento largo, salimos como a la una de la tarde de Usmajac y a las cuatro en punto yo estaba ya en el hospital con un hijo con hemorragia intestinal, así que el doctor nos lo internó de inmediato y gracias a Dios, a las cinco y media ya lo tenían canalizado y con tratamiento, por la noche le hicieron una estetoscopía, comprobaron la laceración, todo al parecer por una bacteria muy agresiva y pasamos la noche en el hospital, el martes me lo dieron de alta con su respectivo tratamiento y cuidados en casa, a la fecha ya está muy bien a Dios gracias, listo para iniciar la próxima semana con sus clases en la universidad. Yo reflexiono con todo esto y digo, mi cincuentenario me lo festejé con tal intensidad que si así son los años que vienen, bienvenidos, nos la vamos a pasar entretenidos, yo agradezco infinitamente a todos los que apoyaron el evento y digo TODOS porque así lo hicieron todos los que asistieron, el evento ya se dieron cuenta, se hizo a impulsos, tuvimos grandes apoyos, invaluables apoyos en Marisol, Esther, Martín, sin dejar de mencionar a todos los que echaban porras en internet como Lucero, Langarica, Alicia,Tere Campos que no pudo asistir, Chayo Villatoro que tampoco, Abel en facebook, Teodoro que nos hizo mucha falta, Larios con sus correos y chistes, Manzo siempre firme, Eduardo Ramírez aportando siempre al blog, Pilar Sáinz empujando desde Sinaloa pertinaz y convincente como siempre, Ramón Barreto empujando desde Colima, Aldaz desde Atotonilco que no fue pero encampanó a varios, Roberto Rodríguez que se mantuvo firme y allí estuvo con su tequila buenísimo, Leonardo que siempre dijo sí y nos acompañó hasta el final, hasta el Chiquis, encaminador de almas que finalmente no estuvo pero lo esperaremos en la próxima, Félix Quiñones de lo más aferrado para invitar a otros y para asistir y allí lo tuvimos aunque nos hizo falta Rosa Hilda su esposa y ex-compañera nuestra, Lulú, Maty y Alma, mis queridísimas amigas que aunque muy poco tiempo pero allí estuvieron, Carlos Rocha, otro queridísimo compañero que también se tuvo que ir por compromisos académicos de sus hijos, Juan Manuel González e Irma su mujer y compañera nuestra, que estuvieron un ratito pero a mí me dió mucho gusto saludarlos, tuve la gratísima sorpresa de encontrarme a Yolanda Michel a quien traía muy perdida, a Magdalena Aguilar con su familia, a Martha Elvia Chávez que no me la esperaba y me llevé una agradable sorpresa al saludarla en la comida, a Archi el sorpresivo con su llegada inesperada porque se apareció en el último momento, también anduvo por allí Arturo Romero a tome y tome fotos, las cuales esperamos ver en su página de facebook, el gustazo de haber saludado a Maricruz Cardona, a mi amigazo Julio Alcaraz refunfuñando en el micrófono porque no le tocó "machito" (a mí tampoco), Margarito Zamora con su familia, Martín Camacho, Eduardo Ramírez, Chuy Castillo mis grandes compas de la Guerrero, Pinto, Prado y el Moto, mis grandes compas de la Humboldt, me hicieron mucha falta "El Bugui" nuestro querido Cátaro Rincón Mesina y José Alfredo Chávez Munguía "mi primo" ambos ex-compañeros de casa y con quienes he hablado mucho por teléfono, también extrané al Kinki con "esa triste guitarra" y "el gato en la oscuridad"; ojalá para la próxima se me haga y pueda ver a Tere Ortega, a Sonia Ramírez, a Yolanda Cobos,  a Tere Campos, a Chayo Villatoro, a Paty Campos Muñoz, a Olivia Banda Bañuelos, a Martha Bañuelos, a Lolita Flores Jara, a Lola Quintero Chávez, a Lorena y a Cecilio que estuvieron tan en contacto por FB, extrané no ver a Evangelina Llamas que me insisten que estuvo allí perdón pero no te ví Eva realmente quería daludarte y verte, a Palafox y Vanky que siempre estuvieron confirmando pero tuvieron que cancelar de última hora, a Javier Anguiano, a Socorro Aquino y Socorro de Lucio con quienes hablé en repetidas ocasiones telefónicamente y finalmente no pudieron estar, a Helio y Tere, a Pedro Bobadilla, al buen César Calderón que también nos recomendó este hotel, a Agustina Cañedo, a Fernando caro de León, a Juan Jorge Cortés Luis Juan, a Betty Sánchez Ybarra, ojalá para la próxima pueda ver a nuestro compañero Santana, a Gasca, a Gustavo Vallejo para escuchar a Pink Floyd acompañado, así puedo crecer una lista interminable (¿?) pero mejor aquí la termino y digo: MISION CUMPLIDA CAMARADAS, nos hemos regalado a nosotros mismos el agasajo de vernos, apapacharnos, palparnos físicamente y quedamos listos para la próxima, ¿ o no?, hasta la vista y a todos les mando un sentido abrazo!
Ahora cuéntanos tú: ...y a tí, cómo te fué en la fiesta?

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